Su nombre real era Hans Mayer. Judio por sangre paterna, se renombró durante la ocupación nazi como Jean - por Hans- y Améry por contener las letras de su apellido, amer, amargo, en francés. Esta proclama es muy sintomática de su condición subjetiva...
Nació en Viena el nefasto y premonitorio Día de Difuntos de 1912; allí se graduó en filosofía. Fue un intelectual en Auschwitz, superviviente. Se quitó la vida en Salzburg en 1978.
Ante todo Améry es el filósofo del suicidio, o de "la muerte voluntaria" , término utilizado por él y controvertido en su significación. De sus libros y escritos he destacado la conceptualización que realiza del término intelectual, discutida por muchos pero , a mi juicio, contiene una mayor amplitud de lo que pudiera parecer a simple vista :
" Un intelectual (...) es un hombre que vive en el interior de un sistema de referencias que es espiritual en el más vasto de los sentidos. El campo de sus asociaciones es esencialmente humanístico y filosófico. Tiene una conciencia estética muy desarrollada. Por tendencia y por actitud , es atraído por el pensamiento abstracto(...). Si se habla de " sociedad " , no entiende el término en el sentido mundano, sino en el sociológico. El fenómeno físico que conduce a un cortocircuito no le interesa, pero sabe mucho acerca de Neidhart von Reuenthal, poeta cortés del mundo rural. "
Neidhart von Reuenthal
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Entre los disconformes podemos citar a Primo Levi, quién señala a Leonardo da Vinci como ejemplo del " hombre sin letras " e intelectual.
Sin embargo, mis pensamientos se dirigen con mayor atención al factor " utilidad ". Améry no entra en la función a desempeñar por el intelectual, y creo que hoy en día puede que esté muy lejos de esos versos de Fray Luis de León :
"A la vida retirada,
Qué descansada vida/ la del que huye del mundanal ruido,/ y sigue la escondida/ senda por donde han ido/ los pocos sabios que en el mundo han sido/"
